Canalizar el sufrimiento de alguna menera, es necesario para no arriesgarte a que te devore desde el interior. Elaborar nuestras emociones, compartirlas, escribirlas, dibujarlas, todo vale, pero no dibujes una muralla que encierre tu sufrimiento interno porque se puede derrumbar y arrasar con todo lo bueno que te acompaña.
No siempre deseamos compartir nuestro sufrimiento con otras personas, hablar nos ayuda nos desahoga, pero no siempre es lo que nos alivia desde el interior. Debemos buscar y encontrar formas para que las emociones salgan, elaborarlas y simplemente se posicionen en el lugar adecuado. El dolor y el sufrimiento no se pueden eliminar ni maquillar, solo se pueden sentir y esperar a que junto a un gran aprendizaje, tomen su lugar adaptativo en nuestra vida .
Carmen Paz Alza Millie.
Psicóloga