La práctica del después nos lleva a no vivir el momento presente. Estamos siempre pensando en el futuro, en lo que haremos o en lo que podría haber sido, sin valorar lo que nos ofrece el presente, el aquí y ahora. Después todo nuestro presente será diferente y después todo lo que creíamos mantener, ya no será lo mismo.La vida se acaba y el café siempre es mejor tomarlo caliente.
Carmen Paz Alza Millie.
Psicóloga.