En
esta oportunidad, quiero escribir unas líneas para recordar a los
padres que, aunque nos parezca raro, los niños y adolescentes
también se deprimen y comienzan a dar pequeñas o grandes señales
que siempre debemos observar y tener en cuenta. La depresión es
mucho más que estar triste, es un trastorno que debe ser atendido
por especialistas y puede variar en grado y duración.
Las
características de depresión en niños/adolescentes podrán variar
mucho en sintomatología si la comparamos con una depresión en
adultos, pero el fondo es el mismo, existirá dolor, vacío, soledad
y profunda sensación de indefención.
Como
adolescente, tu hijo tendrá conductas y cambios muy característicos
de su edad, como variaciones en su estado de ánimo, malas
contestaciones, rebeldía, oposición a nuestras propuestas, etc.,
pero la llamada de atención que intento hacer desde esta nota de
blog, es a todas esas conductas que sobrepasan un límite, que hacen
que nuestra vida familiar comience a ser problemática, que indican
que tal vez debemos pedir ayuda o asesoría. Nuestro hijo podría
estar teniendo un desajuste bioquímico en su crecimiento o
simplemente estar viviendo una circunstancia que podría estar
desencadenando un proceso depresivo.
No
pases de largo si notas que tu hijo:
-
Está más retraído de lo normal a su edad y etapa.
-Le
ha tocado vivir alguna situación de pérdida o duelo (fallecimiento
de un ser querido, divorcio de los padres, cambio de residencia,
etc).
-Tiene
cambios de ánimo demasiado bruscos, sin una explicación.
-A
pesar de no verlo llorar, notas que está ausente o triste.
-Sientes
que habla con rabia o resentimiento.
-Sonríe
poco y cuando lo hace notas que es de manera forzada.
-
Pierde el interés por el contacto social con amigos y prefiere pasar
horas en su habitación, con el ordenador o con el teléfono
(debes estar atento a qué redes sociales accede)
-Ha
comenzado a bajar sus notas en el colegio (a pesar de tener buena
conducta)
-
Ha tenido un cambio físico muy brusco en su desarrollo (en cuestión
de meses ha pasado de ser físicamente un niño/a convertirse en un/a
adolescente).
-Te
das cuenta que tiene comportamientos extraños y no sabrías explicar
bien cuáles son esas conductas...pero tienes una sensación de
intranquilidad como madre o padre.
-Tiene
conductas de auto castigo o autolesivas, que siempre justifica, como: cortes en
piernas, brazos, muñecas o abdomen, quemaduras, cortes de pelo, etc.
A veces dejan de usar ropa ligera como pantalones cortos o poleras
para que no se noten esas marcas.
Como
padre o madre, si te has dado cuenta que tu hijo/a adolescente
realiza alguna de estas conductas, no pases de largo, no creas que va
a pasar solo, no piensen que tu hijo/a te pediría ayuda si realmente
lo necesitara porque.....con todas esas conductas... realmente lo
está haciendo de una forma desesperada.
Observa,
escucha, sigue tu instinto de madre/padre y ACTÚA, no te
arrepentirás.
Carmen
Paz Alza-Millie
Psicologìa y Apoyo. 2016