Durante la vida escolar nacen amistades que pueden durar toda la vida, pero también surgen rivalidades y desencuentros por las diferencias de carácter, estilos de crianza y de opinión entre los estudiantes. Serán los colegios los espacios donde los niños/niñas y jóvenes deben aprender a vivir en comunidad y donde deben aprender a compartir sin hacerse ningún tipo de daño.
El Acoso escolar o "Bullying" es el término que se ha dado a las situaciones en las que existe uno o más alumnos/as que molestan o intimidan a otro/a a través del maltrato físico, insultos, rumores o aislamiento social. como característica especial, esta situación se prolonga en el tiempo, siendo sus consecuencias devastadoras para la víctima. Se trata de una relación de dominación, difícil de romper, normalmente oculta para los adultos, en que el agresor es normalmente más fuerte que la víctima.
Durante años, la intimidación ha formado parte de la vida en el ámbito escolar e incluso en el laboral. Sin embargo, recientemente, la tecnología y los medios de contacto social se han convertido en un vehículo nuevo de este mal que ha ampliado su alcance. Un ejemplo es el acoso cibernético (cyberbullying) que se lleva a cabo en Internet y con teléfonos móviles. En redes sociales, por ejemplo, Facebook, NySpace, Tumblr y Formspring, entre otras, niños y jóvenes pueden enviar mensajes ofensivos de forma continua y utilizan esta vía que podría ser de redes sociales sanas en una vía para producir temor a otros.
Me gustaría hacer una breve referencia a los niños con Tdah quienes pueden tener problemas añadidos de sociabilización, debido a las características del trastorno y a los trastornos asociados. Estos niños pueden ser un poco más hostiles y disruptivos en su conducta y reaccionar con enojos y frustración cuando los provocan; por otro lado, a veces tienen poca empatía y sentimiento de culpa ante las acciones que realizan. Son niños que les cuesta establecer relaciones con sus compañeros y eso los hace estar más expuestos al Bullying o acoso escolar. Los niños podrán comportarse como "acosadores" ó "acosados", aunque con mayor probabilidad son "acosados" en el caso de los Déficits de Atención o Hiperactividad.. El Tdah aumentará significativamente el grado de predicción de un acoso escolar.
En general, podemos decir que las agresiones más frecuentes en las niñas son de tipo psicológico: ignorar, insultar, burlarse, descalificar y generar rumores mal intencionados, ya sea personalmente o a través de redes sociales y llamadas telefónicas. En el caso de los niños, las agresiones son generalmente físicas y verbales, a las que también se suman las de cyberbullying.
Los colegios deberían reconocer este tipo de situaciones y hacerlas visibles, manifestando un total rechazo a toda forma de violencia y abuso. Un buen comienzo sería "romper el silencio" y fomentar el diálogo entre alumnos y profesores, entre hijos y padres, entre padres y profesores y también sería muy beneficioso promover acciones de carácter preventivo en las clases, hablando con los niños y creándoles conciencia del problema desde pequeñitos. Actividades de juego e integración podrían prevenir muchas situaciones de acoso escolar. Así, la prevención y erradicación del acoso escolar consiste en el compromiso de crear un ambiente seguro, en el que los niños puedan progresar social y académicamente sin sentir temor.
Los padres pueden reconocer si sus hijos son víctimas del Bullying si notan cambios en la conducta de los niños, si notan llanto, tristeza o irritabilidad, los niños pueden tener pesadillas, cambios en el patrón de sueño y en el apetito, dolores de cabeza, de estómago, puede bajar el rendimiento escolar y notar un claro aislamiento social. El niño también puede desear estar siempre en casa, no participar en actividades lúdicas y no querer ir al colegio.
Teniendo en cuenta que en un acoso participa tanto un niño acosador, un niño acosado y los profesores y adultos, algunos consejos generales que se pueden dar para cuando se presenten casos de acoso escolar son los siguientes:
1. Los profesores: deberán estar informados y alertas a las señales; deberán promover la participación de estudiantes y padres y crear expectativas positivas con respecto al comportamiento de estudiantes y futuros adultos.
2. Los padres de niños acosados: deberán observar la actitud de su hijo para detectar las señales de acoso; deberán enseñar a sus hijos a hacer frente al acoso y establecer los límites con respecto a la tecnología.
3. Los padres de niños acosadores: deberán detener el acoso antes de que comience; deberán dar ejemplos positivos de la forma en cómo relacionarse con otras personas y deberán detectar problemas de autoestima en su hijo.
4. Los estudiantes: deberán reportar los casos de acoso personal o cibernético (propio o de algún compañero/a); no deberán responder al acoso con violencia y deberán intentar estar siempre acompañados o en grupo con sus amigos.
Si como padre o profesor ves que la situación de acoso se escapa de tus manos o ya no sabes qué aportar, no dudes en consultar a un profesional para que pueda orientarte. Desde la Psicologìa, se puede ayudar tanto al acosado como al acosador, descubriendo la raìz de la conducta y enseñando a vivir con otros puntos de vista sobre la vida y sus objetivos. Aunque cada niño serà un caso especial y diferente, a ambos, acosadores y acosados, habrìa que entrenarlos en Habilidades Sociales y trabajar autoestima.
El Acoso escolar o "Bullying" es el término que se ha dado a las situaciones en las que existe uno o más alumnos/as que molestan o intimidan a otro/a a través del maltrato físico, insultos, rumores o aislamiento social. como característica especial, esta situación se prolonga en el tiempo, siendo sus consecuencias devastadoras para la víctima. Se trata de una relación de dominación, difícil de romper, normalmente oculta para los adultos, en que el agresor es normalmente más fuerte que la víctima.
Durante años, la intimidación ha formado parte de la vida en el ámbito escolar e incluso en el laboral. Sin embargo, recientemente, la tecnología y los medios de contacto social se han convertido en un vehículo nuevo de este mal que ha ampliado su alcance. Un ejemplo es el acoso cibernético (cyberbullying) que se lleva a cabo en Internet y con teléfonos móviles. En redes sociales, por ejemplo, Facebook, NySpace, Tumblr y Formspring, entre otras, niños y jóvenes pueden enviar mensajes ofensivos de forma continua y utilizan esta vía que podría ser de redes sociales sanas en una vía para producir temor a otros.
Me gustaría hacer una breve referencia a los niños con Tdah quienes pueden tener problemas añadidos de sociabilización, debido a las características del trastorno y a los trastornos asociados. Estos niños pueden ser un poco más hostiles y disruptivos en su conducta y reaccionar con enojos y frustración cuando los provocan; por otro lado, a veces tienen poca empatía y sentimiento de culpa ante las acciones que realizan. Son niños que les cuesta establecer relaciones con sus compañeros y eso los hace estar más expuestos al Bullying o acoso escolar. Los niños podrán comportarse como "acosadores" ó "acosados", aunque con mayor probabilidad son "acosados" en el caso de los Déficits de Atención o Hiperactividad.. El Tdah aumentará significativamente el grado de predicción de un acoso escolar.
En general, podemos decir que las agresiones más frecuentes en las niñas son de tipo psicológico: ignorar, insultar, burlarse, descalificar y generar rumores mal intencionados, ya sea personalmente o a través de redes sociales y llamadas telefónicas. En el caso de los niños, las agresiones son generalmente físicas y verbales, a las que también se suman las de cyberbullying.
Los colegios deberían reconocer este tipo de situaciones y hacerlas visibles, manifestando un total rechazo a toda forma de violencia y abuso. Un buen comienzo sería "romper el silencio" y fomentar el diálogo entre alumnos y profesores, entre hijos y padres, entre padres y profesores y también sería muy beneficioso promover acciones de carácter preventivo en las clases, hablando con los niños y creándoles conciencia del problema desde pequeñitos. Actividades de juego e integración podrían prevenir muchas situaciones de acoso escolar. Así, la prevención y erradicación del acoso escolar consiste en el compromiso de crear un ambiente seguro, en el que los niños puedan progresar social y académicamente sin sentir temor.
Los padres pueden reconocer si sus hijos son víctimas del Bullying si notan cambios en la conducta de los niños, si notan llanto, tristeza o irritabilidad, los niños pueden tener pesadillas, cambios en el patrón de sueño y en el apetito, dolores de cabeza, de estómago, puede bajar el rendimiento escolar y notar un claro aislamiento social. El niño también puede desear estar siempre en casa, no participar en actividades lúdicas y no querer ir al colegio.
Teniendo en cuenta que en un acoso participa tanto un niño acosador, un niño acosado y los profesores y adultos, algunos consejos generales que se pueden dar para cuando se presenten casos de acoso escolar son los siguientes:
1. Los profesores: deberán estar informados y alertas a las señales; deberán promover la participación de estudiantes y padres y crear expectativas positivas con respecto al comportamiento de estudiantes y futuros adultos.
2. Los padres de niños acosados: deberán observar la actitud de su hijo para detectar las señales de acoso; deberán enseñar a sus hijos a hacer frente al acoso y establecer los límites con respecto a la tecnología.
3. Los padres de niños acosadores: deberán detener el acoso antes de que comience; deberán dar ejemplos positivos de la forma en cómo relacionarse con otras personas y deberán detectar problemas de autoestima en su hijo.
4. Los estudiantes: deberán reportar los casos de acoso personal o cibernético (propio o de algún compañero/a); no deberán responder al acoso con violencia y deberán intentar estar siempre acompañados o en grupo con sus amigos.
Si como padre o profesor ves que la situación de acoso se escapa de tus manos o ya no sabes qué aportar, no dudes en consultar a un profesional para que pueda orientarte. Desde la Psicologìa, se puede ayudar tanto al acosado como al acosador, descubriendo la raìz de la conducta y enseñando a vivir con otros puntos de vista sobre la vida y sus objetivos. Aunque cada niño serà un caso especial y diferente, a ambos, acosadores y acosados, habrìa que entrenarlos en Habilidades Sociales y trabajar autoestima.
Mi deseo como profesional y madre es que ojalá todos los niños y futuros adultos puedan vivir siempre sin temor a que otros puedan hacerles daño. Trabajemos juntos para que ésto no ocurra.
Carmen Paz Alza M.
Carmen Paz Alza M.
Psicología y Apoyo
Enero 2016