El ser humano suele reírse o burlarse de las características de otra persona , sobretodo cuando esa persona se empeña en negar algún rasgo que por algún motivo llama la atención.
Es como si el otro supiera que somos más vulnerables cuando se habla de cierta característica que nosotros no aceptamos... como si el otro tocara suavemente una pequeña herida que tenemos y como consecuencia nos sentimos más débiles y atacados.
Las risas o los comentarios por defectos, suelen ser provocados por alguna característica física observable: un cuerpo con formas diferentes, unas orejas más grandes de lo habitual, una nariz exagerada, una persona con mal perder, persona con carácter muy fuerte, y un largo etc.. Siempre habrá características poco aceptadas que se llamarán defectos y podrán ser usados en nuestra contra haciéndonos sentir inferiores o generar emociones poco placenteras en nosotros. Cuando hay un defecto no aceptado por mí, el otro siente poder de ataque.
Sin embargo, si actuamos de forma contraria a la negación y somos capaces de ser conscientes de nuestros propios defectos (físicos y de personalidad), aceptarlos, convivir con ellos y ser realistas en cómo esa característica puede o no afectar a mi entorno, entonces seguramente daremos una imagen diferente ante los demás, imagen de seguridad, de aceptación y de sensatez, avitando así dar pie a otros para que sigan comentando sobre esa característica.
Qué pueden perseguir los otros si cuando se comenta alguna característica llamada defecto yo ya he sido la primera persona en reconocer??. Cuando yo soy capaz de hablar y reconocer mis propios defectos, cualquier comentario externo pierde automáticamente poder y ya es imposible que pueda volverse en mi contra o pueda afectarme.
CPaz Alza Millie.
Psicóloga.
