La idea es ir ampliando nuestro espacio visual, auditivo y olfativo , ese triangulo de los sentidos que más usamos (vista, olfato y audición). Observar qué hay y qué pasa más arriba de nuestros hombros: colores, árboles, pájaros, insectos, cielo, nubes, sonidos, ruidos, fondos, olores distintos. Debemos ampliar nuestro ángulo de los sentidos y así obtener más información de lo que nos rodea. Nos perdemos muchos estímulos cuando no ampliamos este ángulo y es triste estar siempre rodeados de los mismos elementos. Hay muchísimo más de lo que habitualmente vemos, olemos y escuchamos.
Quise poner esta foto porque hace unos días atrás, todos supimos que la Primavera estaba ya aquí, en el hemisferio norte. Pero quise ser totalmente consciente de todo lo que me estaba rodeando en aquel momento, bajo ese árbol, con esas flores, esos brotes, ese polen que me tiene maravillosamente fastidiada. Me di cuenta del cambio de colores que estaba marcando la estación, había un cielo espectacular, un olor increíble, llegaban los rayos de sol a mi piel de una forma diferente a como llegaban el día anterior cuando no estaba siendo consciente del cambio y cuando, como todo el mundo, miraba hasta la altura de mis hombros, con las prisas del día a día y con los tiempos marcados por el reloj de una forma inevitable.
De vez en cuando, algunas veces o siempre, deberíamos intentar conectarnos con nuestro entorno, activar nuestros sentidos, respirar profundamente y ser conscientes de todo lo que nos rodea. Nada va a cambiar en relación a las dificultades que nos rodean, pero SÍ se producirá un cambio en nosotros, en nuestra forma de ver todo, en nuestra actitud y en nuestra motivación. Si te lo propones, poco a poco empezarás a ser consciente de tu entorno y tu capacidad de disfrute irá cambiando en la medida en la que vayas provocando cambios conscientes. Te ayudará mucho en esos momentos, verbalizar lo que ves y lo que sientes, contarte a tí mismo/a lo que observas, como si se lo contaras a un niño que está aprendiendo y conociendo el entorno. Aunque no lo creas, de alguna manera tenemos que volver a aprender a disfrutar y a usar nuestros sentidos, porque en otros momentos, por ejemplo en nuestra infancia, SÍ lo hacíamos.
Yo elegí un día de primavera, pero seguramente tú vivas en un lugar distinto, a lo mejor más, o menos agradable, con más contaminación, más ruido, en otra estación del año, no sé, estás en un lugar diferente, pero de lo que sí estoy segura, es que activando tus sentidos, podrás ver mucho más allá de lo que de forma habitual te rodea, podrás rescatar muchas cosas de las que ahora te pasan desapercibidas. Porque la naturaleza está en todas partes, incluso en aquellos lugares donde creemos que no hay nada.
El cambio en nuestras emociones empieza con un cambio de actitud ante la vida, empieza con la conexión a la vida, a lo que hay, a lo que nos rodea. Mira hacia adelante, levanta la vista y empápate de todo lo que te rodea desde todos los ángulos. Disfruta de lo que tienes y no te pierdas toda esa estimulación que está ahí mismo, esperando a que le hagas un poco de caso.
Un abrazo y espero que estas reflexiones te hagan parar un momento y pensarlo.
Carmen Paz Alza Millie
Psicóloga, marzo 2023
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