Estamos desmotivados cuando sentimos pérdida de entusiasmo o energía para realizar algo, es una sensación de pesimismo ante actividades propuestas o ante actividades de la vida diaria.
Podemos trabajar la desmotivación generalizada:
- Comprendiendo sus causas, realizando un análisis o introspección de los posibles motivos que me llevan a sentirme así (analizar situaciones, personas que intervengan, emociones que me genera, etc.)
- Estableciendo
pequeñas metas. Es mejor tener objetivos pequeños y cercanos que se cumplan de forma realista. En la medida que se cumpla ese objetivo, estableceremos el siguiente.
- Planificando y priorizando actividades. Organizar las actividades será fundamental. Mi mente se desorganiza cuando el exterior también está desorganizado. Debo planificar y priorizar.
- Realizando
rutinas que dispongan de cierta flexibilidad. Tener actividades rígidas en tiempo, espacio y organización es un peligro porque la realidad es que todo está en continuo cambio y es necesario que yo disponga de cierta flexibilidad para enfrentar esas diferencias en mi planificación.
- Practicando un diálogo interno positivo. De nada servirá retroalimentarme de forma negativa o atacándome con frases del tipo: "siempre me pasa lo mismo", "soy tonta/o por no saber hacer tal cosa", "lo dejo para otro día, si total no es algo importante", etc, etc.. Será mejor decirme: "lo volveré a intentar aunque me lleve más tiempo", "seguro que me saldrá bien", "es mejor intentarlo ahora así me lo quito de encima", etc. etc.
- Cuidando mi salud corporal: alimentándome de forma correcta, hidratándome de forma suficiente, durmiendo las horas necesarias para reponerme de las actividades diurnas y realizando ejercicio diario mínimo (caminar, bicicleta o ejercicio en casa).
- Aprende a decir No y a rodearte de todo lo que te aporte: a veces accedemos a situaciones que nos desmotivan o las sentimos como un exceso...son situaciones que finalmente nos desmotivan. Poner límites será importante.
Es necesario saber que yo tengo el poder de manejar cada situación de mi vida y debo proponerme un cambio de actitud. Mis pensamientos modelan las emociones y éstas actúan de forma coherente basándose en lo que yo pienso. Aprende a motivarte cada día, sé constante y acepta los contratiempos,así, seguro que cambias la desmotivación a una motivación constante.
Un saludo afectuoso,
Carmen Paz Alza Millie
Psicóloga