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jueves, 28 de marzo de 2019

Mi lugar es único...



Resultado de imagen de amar no es ocupar el lugar de nadie si no crear un lugar que nadie pueda ocupar 
A lo largo de nuestra vida, muchas veces habremos sentido  que no teníamos nuestro lugar en la vida de alguna persona importante para nosotros. 
Cada persona tiene su lugar único y exclusivo. La idea de que estamos en el lugar de otra persona ocupando lo que esa persona representaba para nuestro ser querido, es imposible. 
Somos todos diferentes en este mundo, cada uno de nosotros tiene una personalidad, una genética, unos valores y una forma de vivir diferente unos de otros. Podremos ser parecidos,  semejantes, evocar algo de otra persona, pero indudablemente un ser humano jamás será igual a otro. 

Lo que quiera o desee entregarte la otra persona,  no dependerá de ti sino de el/ella, pero eso no es ocupar el lugar de otra persona. 

Nunca digas frases como: "nunca podré ocupar su lugar", "no me quieres como lo/a querías a él/ella", "llegué tarde a tu vida", "si me amaras como la/o amas a ella/el", en fin, son frases que se repiten muchas veces en la vida de las personas y no nos damos cuenta que el amor/amistad surge en un momento determinado, con unas circunstancias concretas y no es llegar a ocupar el lugar de nadie, simplemente llegas y encuentras un lugar en la vida del otro, un lugar que lleva tu nombre. 
Siempre habrá amor suficiente para compartir con familia, amigos, hijos, compañeros. Nada es rotundo ni extremo. Y aunque suene cursi decirlo, el amor es una fuente inagotable.

Con este planteamiento que hago, planteo la inutilidad de los celos, la inconsistencia de tener rabia hacia otros, el vivir con temor a que te quiten a la persona amada o al migo/a querido. Lo que la otra persona sienta por ti, será único...tú aportarás tu 50% y la otra parte aportará el otro 50%. Si ésto no ocurre, no es porque estés ocupando un lugar equivocado, es porque la otra persona no te ha dado tu lugar o porque tú no te has dado cuenta del lugar que ocupas en la otra persona. 

Cuando amamos, lo hacemos con cada persona de una forma distinta. Indistintamente del momento o las circunstancias que nos esté tocando vivir. Siempre habrá un lugar único e inconfundible para cada persona. Y éso vale tanto para la persona que llega a la vida de otra, como para la que quiere llenar un vacío por la pérdida de una relación, persona o amistad.

A veces no somos correspondidos en lo que ofrecemos...entonces, ahí no has encontrado un lugar en el otro para sentirte pleno/a. Ahora, si decides quedarte..... sabes que es tu elección.
 

CPaz Alza Millie
Psicóloga


lunes, 4 de marzo de 2019

...experiencia y juventud...




Resultado de imagen de la vida pasa tan deprisa que a veces el alma no tiene tiempo de envejecer 
Cuando nuestras metas son tan a largo plazo, se nos pasa la vida en una búsqueda incesante. Nuestro físico cambia, envejece y nuestra alma sigue en la búsqueda de la vida y la felicidad. Cuando no arriesgamos y queremos permanecer siempre en nuestra zona de confort, nos sentimos seguros y nada parece afectarnos, pero no nos damos cuenta que nuestra alma jóven, viajera, revoltosa, apasionada...quiere vivir y ahí es cuando se produce una separación de nuestro cuerpo en zona segura y de nuestra alma llena de proyectos por realizar.

Todos los momentos son únicos, los buenos, los regulares y los malos. Nuestra vida es la suma de esos momentos. Marcarte metas para conseguir la felicidad a largo plazo, te hace perder momentos que se presentan en el camino. No te das cuenta que eso es la felicidad en realidad... la suma de momentos buenos, la suma de aprendizajes, la suma de vida. 

La felicidad no es un estado, son momentos que se presentan cada día y hay que aprender a reconocerlos: un abrazo de un hijo, un beso de la persona que amas, un café con un amigo, un libro que te estremece, una canción que te hace bailar, el sol calentando tu espalda, un amigo nuevo en tu recorrido, una emoción nueva o inesperada... son innumerables los momentos que hacen cada día de tu vida un lugar agradable donde viven cuerpo y alma. No dejes que esa unidad desaparezca, porque eso significará que tampoco vivirás tu vejez, no serás capaz de disfrutar de los maravillosos momentos de una vida madura....tu alma seguirá en busca de quien sabe qué....

Cuando somos adolescentes o jóvenes, todo son emociones nuevas y la vida pasa lenta: los veranos quedan marcados en nuestros recuerdos, el curso en el colegio es una vida entera!, los juegos con los amigos eran lo máximo, el primer amor, el primer beso, el primer todo. Ahora en la vida adulta, recordamos esa etapa como momentos de gran intensidad donde la vida pasaba en su tiempo justo, sin prisa y sin pausa...en ese momento el cuerpo era tan jóven como tu alma. 

Ahora que eres adulto seguro sientes que tu vida pasa muy deprisa. Tal vez es porque es una vida con falta de emociones, rutinaria,  sin momentos especialmente recordables, problemas, tristezas. Una vida rutinaria se siente así, pasa sin darnos cuenta y puedes hacer mucho para cambiarlo. Retoma tu alma jóven y encuentra el equilibrio. No pienses que ya no se puede hacer nada, abre tu mente y deja entrar emociones nuevas, personas nuevas, actividades lúdicas, empieza algo que te de pereza, cuidate, mímate, dedicate tiempo, disfruta de la naturaleza, ríe, llora, besa, abraza, comparte, comunícate, disfruta, quiere...haz todo lo que tienes olvidado y que en algún momento tu alma jóven amaba hacer. 

Puedes hacer una combinación perfecta de experiencia y juventud.

CPaz Alza Millie.
Psicóloga.