Duelos prohibidos, duelos sin resolver.

                              

Vivimos en una sociedad tan estructurada, organizada y con una sensación de seguridad tan impregnada en nosotros, que a veces no encontramos lugar para lo desconocido, para situaciones que nos puedan crear incertidumbre, para enfrentarnos abiertamente a la muerte, siendo ésta un concepto, una certidumbre, un hecho real que, antes o después va a azotarnos con dolor, miedo y tal vez con desesperación si no estamos preparados mínimamente. Así, nos resulta muy difícil elaborar duelos porque vivimos en una sociedad orientada a la estructura, lo material, la ganancia y jamás recibimos una educación enfocada a la pérdida y a la incertidumbre.

La pandemia que nos está tocando vivir es una prueba inequívoca de que no estábamos preparados para afrontar los cambios y la muerte. Nos hemos visto frente a ella o pasando por su lado, creándonos angustia, miedo y desesperación. Hemos tenido que aprender a vivir y a enfrentar la muerte, elaborar como hemos podido nuestros duelos, ausencias y cambios en nuestras vidas y contarles a nuestros hijos de forma apresurada y como hemos podido, que la muerte siempre está y estará presente en nuestra existencia.

Quizás con todo lo vivido, nos hemos dado cuenta que hablar de la muerte es necesario, y que debemos empezar a hacerlo desde nuestra más tierna infancia. Aprender a hablar de las ausencias, ritualizar las despedidas, compartir nuestras emociones y aceptar esas pérdidas de nuestros seres queridos de la forma menos traumática posible, es necesario. Los duelos se pueden postergar o congelar en un determinado momento, pero es inevitable tener que vivirlo y procesarlo de forma completa. No hacerlo (duelo no resuelto) te llevará en un futuro a tener que elaborarlo de igual forma  y a destiempo, pero con sintomatología añadida que tal vez te resulte difícil entender y tal vez necesites ayuda terapéutica para acceder a él.

Así, cuando hablamos de duelo, casi siempre nos referimos al fallecimiento de un ser querido enfermo, que ha pasado por un accidente, que era mayor, un familiar, un amigo, en fin. Pero ¿qué ocurre cuando ese duelo que deberíamos elaborar es menos aceptado por la sociedad?. A ésto me refiero cuando, por ejemplo, has tenido un vínculo afectivo con alguien que fallece y sencillamente no puedes demostrarlo porque no está bien visto, también al fallecimiento de una tercera persona en una relación, a una interrupción de un embarazo, a la ausencia de una mascota o a la muerte de una relación prohibida. Todos éstos son ejemplos de duelos igualmente importantes a los mencionados al principio y que te serán de difícil elaboración porque sencillamente son duelos menos reconocidos socialmente y que no te permiten demostrar abiertamente tus emociones y tu dolor. Esos serán los duelos prohibidos.

Pero no tengamos temor a enfrentarnos a nuestras emociones. Busquemos vías de canalización, busquemos compañía, busquemos ayuda y nunca te quedes con las emociones sin resolver haciéndote un nudo en el corazón. Siempre habrá alguien con quien compartir tu dolor y tal vez no necesariamente sea una persona cercana o un familiar. A veces tenemos que recurrir a personas ajenas a nuestro entorno para que ese duelo prohibido vea un poco la luz. O simplemente a veces solo nos quedará el llanto como vía de canalización. Sea como sea, encuentra una vía de escape, canalízalo, resuélvelo y supéralo. No te quedes con el dolor de la pérdida como una sombra en tu vida.

Carmen Paz Alza Millie

Psicóloga.

La energía de las flores en los cambios

                    

 NUESTRA ESTRUCTURA MENTAL, CAMBIOS Y ESENCIAS FLORALES.

La vida es un cambio constante que se basa en una evolución también constante, es una forma de adaptación para la supervivencia, para el crecimiento y el aprendizaje. Los cambios se producen de manera cíclica en la naturaleza, solo tenemos que pensar en los cambios estacionales, en los cambios en reproducción animal y vegetal, cambios climáticos, en la vida y la muerte y así un largo y natural etc. Sin embargo, los seres humanos, que nos hemos ido acostumbrando a una vida muy urbana y rígida a una vida inflexible y poco natural, nos cuesta adaptarnos a los cambios  y hemos dado una estabilidad poco evolutiva, considerando esos cambios básicamente naturales como contratiempos, reveses o dificultades que nos presenta la vida.

Todos tenemos una estructura de conocimiento que nos hace interpretar tanto el mundo exterior como el interior. Cada vez que expandimos nuestra consciencia, esa estructura mental se rompe, se produce un cambio, un desastre y todo depende de la interpretación que le demos a ese cambio. Así, sería interesante que los seres humanos tuviéramos muchas estructuras mentales, no solo una, y poder pasar de una estructura a otra, con la facilidad de desarmarlas, romperlas, flexibilizarlas y así poder volver a armarlas según nuestra evolución.

En este proceso de crecimiento, de evolución y ampliación de la consciencia, que requiere del cambio, podemos encontrar ayuda en las esencias florales para adaptarnos y superar las dificultades que nos supone cambiar. Las esencias florales son parte de la naturaleza que nos ayuda a flexibilizar en esos cambios naturales y artificiales que se nos presentan a lo largo de la vida. Pasamos por diferentes edades, etapas, cambios (adolescencia, menopausia, duelos, cambios laborales, cambios sentimentales, etc, etc.).

La investigación de las flores es un área que se ha ido materializando en los últimos 100 años hasta la actualidad en diferentes Sistemas Florales para nuestro libre uso. Así, se han descubierto diferentes flores que pueden ayudar en cualquier cambio que pueda estar afectandonos. Walnut, Rock Water, Bottlebrush, Almond, She Oak, Squash Blossom, Angels Trumpet , son algunas de las flores existentes que pueden ayudar al equilibrio emocional en situaciones de cambio, cada una de ellas tiene un matiz diferente según la situación que te esté tocando vivir.

CÓMO FUNCIONAN LAS ESENCIAS FLORALES.

Las flores funcionan en nuestro organismo como un regulador que equilibra la energía de nuestro cuerpo. Cualquier cambio de los ya mencionados, está en un polo negativo o desadaptativo en nuestro cuerpo y mente  y con las esencias florales pasa a un estado más positivo o adaptativo. El poder energético de las flores a través del agua producen este cambio, sin dejar de mencionar el cambio neuroquímico que también produce en nuestro cuerpo cuando las incorporamos a nuestro cuerpo y que se traduce en un cambio emocional y conductual. Hay frecuencias energéticas como tipos de flores en la naturaleza. Multitud de estudios han dedicado la investigación a descubrir el efecto de cada flor en la emoción y conducta del ser humano. Es por esta razón que muchos insistimos en el efecto regulador de las esencias florales porque solo tenemos que hacer uso de ellas para notar sus efectos, para sentirnos mejor y así adelantarnos a la somatización derivada de estados emocionales negativos o en desequilibrio.

ESENCIAS FLORALES COMO PREVENCIÓN A LA ENFERMEDAD EN LOS CAMBIOS Y OTRAS SITUACIONES.

Una vez más insisto en la complementariedad de las esencias florales con la medicina alópata o tradicional. Una es holística y transpersonal y la otra es más reduccionista y orgánica. Ambas son complementarias, ambas pueden trabajar sobre nuestro cuerpo enfermo o con falta de salud, ambas tienen su propio cometido. Sin embargo, es necesario resaltar que las esencias florales trabajan en una traducción emocional y también preventiva, es decir, trabajo la enfermedad buscando la estructura emocional que lo provocó y por otro lado, no necesito estar con una enfermedad para pensar en las esencias florales. Con las flores puedo ir más allá, adelantarme y pensar en las esencias florales como una forma de prevención a la enfermedad, un adelantarme a lo somático tratando antes lo psíquico y emocional, porque como ya mencioné, son holísticas y transpersonales.

Termino diciéndote que el cuerpo se formó para estar sano, para que cada uno de nuestros sistemas funcione en armonía. Es nuestro sistema emocional el que lo desajusta, lo desequilibra y con las esencias florales podemos acceder naturalmente a ese equilibrio de nuestras emociones que nos mantendrán sanos emocional y físicamente.

Cualquier duda o comentario, puedes escribirme a  psicologiayapoyoalcorcon@gmail.com

 

Carmen Paz Alza Millie

Psicóloga y Terapeuta Floral.